La alimentación es un tema importante en cualquier época del año, pero todavía más en verano cuando el calor afecta al metabolismo digestivo y hace que nuestro cuerpo necesite de algunos cuidados especiales, sobre todo, una mayor hidratación. Además, durante el verano hay más excesos: el picoteo, la cervecita, la alteración de los horarios de las comidas…

Si no quieres que durante el resto del año te sorprenda bajo de energía en tus entrenamientos y con unos kilos de más, mejor toma nota de estos consejos.

 Realiza un desayuno completo todos los días: Ahora que tienes más tiempo, dedícale al menos 15 minutos. Realiza un desayuno variado, incorporando alimentos diferentes: lácteos, cereales y derivados, fruta fresca, frutos seco. Puedes aprovechar esta época para acostumbrarte a realizar un desayuno completo, y así probar qué desayuno te sienta mejor.

– Mantén un horario en las comidas: Incluso en vacaciones debes mantener unos horarios para las comidas; lo que te ayudará a no alterar tu ritmo digestivo. Además, el verano se puede convertir en un buen momento para corregir hábitos alimentarios erróneos y realizar una alimentación variada y saludable.

– Alimentos del verano: Lo que debes tener en cuenta es que, debido al calor, tenemos mayores posibilidades de deshidratarnos. Por ello, es recomendable beber una mayor cantidad de líquido (agua, zumos de frutas naturales…), priorizar el consumo de alimentos frescos; en particular verduras y frutas, ya que son ricas en agua, vitaminas y minerales, y sirven para rehidratarse, y realizar comidas más ligeras.

Entre los platos veraniegos destacan por sus propiedades nutritivas:

  • Las ensaladas: platos muy fáciles de preparar y, por su riqueza en agua, vitaminas, minerales y fibra nos aportan muchas virtudes, entre ellas, hidratan, refrescan y depuran el organismo, protegen la piel de los rayos solares y previenen el estreñimiento. Además, las ensaladas dan mucho juego ya que se pueden convertir en platos únicos muy nutritivos y equilibrados (vegetales con ingredientes de origen animal: huevo, queso, yogur, jamón, atún, salmón ahumado…). Si se combinan con cereales (pasta, arroz, patata…) o legumbres, y se aliñan con aceites vegetales (aceite de oliva virgen extra) se convierten en ensaladas más energéticas, pero muy saludables.
  • Las frutas: son alimentos refrescantes y muy indicados en esta época estival. Las frutas en verano son muy apetecibles en forma de ensalada, macedonia, en zumo, sorbete, y nos pueden ayudar a realizar deliciosos helados.
  • Sopas, purés fríos, gazpachos, salmorejo: son platos muy saludables que previenen la deshidratación y también nos aportan una gran cantidad de minerales y vitaminas.
  • Las técnicas culinarias en verano varían del resto del año, ya que el calor invita a cocciones más simples y ligeras. La plancha, horno, barbacoa, parrilla y papillote necesitan añadir muy poca grasa al plato y mantienen todas las cualidades nutritivas.

Una alimentación equilibrada y variada asegura el aporte diario de todas las vitaminas y minerales que necesitamos para que los radicales libres se mantengan controlados en el organismo, no se produzca envejecimiento prematuro o alteraciones celulares.

¡Feliz Verano!

Claudia González P.

Nutricionista y Dietista